Cómo elegir lubricantes industriales

Cuando se trata de maquinaria industrial, cada vez podemos observar motores más sofisticados, poderosos, con un consumo optimizado de combustible y límites más altos para soportar la enorme demanda que implica la producción a gran escala. A su vez, los fabricantes de aceites para guías y correderas, lubricantes para motor y fluidos hidráulicos, entre otros productos de lubricación, han respondido a la demanda de sus clientes.

Hoy en día encontramos una enorme variedad de aceite para motor 4 tiempos, aceites grado alimenticio, entre otros productos, con el fin de proporcionar la lubricación óptima para las piezas en movimiento, que mantengan operativas a las máquinas y reduzcan los tiempos de inactividad por fallas.

De acuerdo con Alicia Teja Zuniga, elegir el lubricante idóneo parece sencillo a simple vista, especialmente si nos dejamos llevar por la propaganda de las marcas, sin embargo cada industria y máquina cuenta con estándares y requerimientos propios, que hacen que los criterios de elección sean más específicos.

En general, Alicia Teja Zuniga indica que los lubricantes deben elegirse con base en:

  • Reducir la fricción entre las piezas metálicas
  • Proteger contra la corrosión ocasionada por el incremento de temperatura en el motor
  • Dispersar el calor
  • Evitar o reducir el desgaste de las piezas
  • Obtener un efecto de sellado
  • Adecuado nivel de viscosidad, especialmente para trabajos en frío o a baja temperatura

De acuerdo con Alicia, al elegir el lubricante industrial adecuado, las máquinas pueden tener un rendimiento óptimo, sin presentar sobrecalentamiento, ni ruidos raros (procedentes de la fricción entre las piezas metálicas), y ello se traduce en menos tiempo de inactividad, lo cual es un valor agregado ya que las industrias pierden en cuestión económica y de producción cuando la maquinaria se encuentra inoperable.

Aunado a lo anterior, al mantener en condiciones óptimas a la maquinaria, los costos de operación son más bajos ya que no es necesario el mantenimiento correctivo ni tiempos de inoperabilidad, sino lo contrario: la máquina trabaja adecuada y eficazmente por el tiempo que sea requerida, incrementando también el rendimiento del personal de producción.

La eficiencia energética también es un punto a favor, ya que una máquina en buenas condiciones consume el diésel o la gasolina necesaria para su funcionamiento, pero cuando comienza a fallar, el consumo es mayor, lo que se traduce en un incremento en el gasto de combustible.

Por último, muchas personas se dejan llevar por el precio como factor principal en el proceso de compra, lo que no es recomendable ya que los lubricantes tienen diferentes aditivos que incrementan su precio, pero también su efectividad; lo ideal es que se dejen asesorar por profesionales y sigan las recomendaciones del fabricante de la maquinaria para elegir el producto ideal.

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